Según el Convenio 95 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), salario significa la remuneración o ganancia, sea cual fuere su denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, fijada por acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un empleador a un trabajador en virtud de un contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo que este último haya efectuado o deba efectuar o por servicios que haya prestado o deba prestar.
Los maestros que se encuentran en paro, han dejado de realizar aquella actividad por la cual el pago de un salario es correspondiente. Dicha actitud lo único que ha hecho es sacrificar la educación de los niños y jóvenes de los centros educativos.
El Gobierno se ha comprometido al pago de la deuda que el Estado tiene con el INPREMA, deuda que cabe mencionar, no le corresponde a la administración actual, sino que a la anterior, al encontrarse el Gobierno actual, al día con el pago hasta el mes de julio. Pese a dicho esfuerzo, hay maestros que se niegan a regresar a sus labores, por lo que el Gobierno de Porfirio Lobo ha manifestado que no se pagará a los maestros que falten a sus labores.
El Presidente Porfirio Lobo fue claro al manifestar lo siguiente: “Gobierno no puede pagar ningún día no laborado a nadie, eso está claro, eso no es punto de discusión, este es un tema ético cómo alguien va a pedir que le paguen si no realiza una labor”.
Sería injusto remunerar a un maestro que no ha cumplido con sus labores. Es totalmente acertada la postura del Presidente Lobo, en cuanto a que no se le pagará a los maestros que no laboren, que no enseñen a los niños, porque más allá del hecho de que no les están dando clases a los niños, se está perjudicando el futuro de Honduras, el futuro que es su niñez.
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